22 may 2014

I love Chilly Gonzales
y quiero salir en Google cuando alguien escriba esta frase

29 mar 2014

ríos largos

Te veo temblando en un paisaje. Un paisaje hecho para tus ojos verdes.
Hecho para tus ojos verdes.
Te veo cubierto de luz matutina del cielo.
Te veo escalando montañas, muy arriba.
Sé que nunca morirás
mientras sigas viviendo en
mis manos, mis huesos,
mis pulmones.
Y cuando yo muera, seguirás viviendo
en mis canciones.

Te veo corriendo solo, errando libre
alrededor del mundo.
Alrededor del mundo.
Te veo llevando una cuerda allá donde vayas.
Atravesando praderas, arroyos y cruzando la nieve.
Aleatoriamente,
te beso lento.
Partiéndonos de nuevo
al flotar
hacia los bosques, hacia lo salvaje,
lejos de mí.
Y al final, nos reuniremos
debajo del mar.

Los ríos largos pueden encontrarse en ciertos puntos,
dar y recibir el agua del otro
y prometer que volverán a encontrarse.

17 dic 2013

iré al museo del Romanticismo
con quien le puto interese el museo del Romanticismo

15 abr 2013

enmarcados e interesados



*poema fonema
Nos deseábamos, nos desertábamos.
Nos abrazábamos, nos abrasábamos.
Nos mordíamos, nos moríamos.
Nos enfrentábamos, nos enfermábamos.
Nos hacíamos, nos asíamos, 
agrandábamos y agravábamos,  
explorábamos y explotábamos, 
 nos descartábamos y nos descargábamos. 
Nos absolvíamos y nos absorbíamos, 
nos envolvíamos y nos devolvíamos, 
Nos veteábamos, nos vetábamos
para luego ensalarnos, ensartarnos, .
ensangrentarnos, engrasarnos y 
desquiciarnos quizás, en resquicios 
sin ya más llama que la
de la amada llamada. 

**yo
Ahorrando ahora, 
veré la vereda, evadiré el vado,
te enviudaré en vida, volando, violando.
En coma te como, 
en barco te encharco, 
te Drogo cual narco,
por Marte y por mar te 
mato y tomo
Marco.

***pronto
A carcajadas y a horcajadas, 
deslizan en su rito los sutiles sonidos
de rutilantes siluetas un rato salidas;
a cenicientas ciegas se ven
corceles encarcelados.
En su base sedosa besábanse,
los dos adosados, 
cercenábanse y cenábanse.


5 oct 2012

no me parece justo



Una vida se apaga y otra se enciende.
Y mientras él cada vez está más enfermo, ella cada día está más espabilada.
Mientras a él cada vez se le entiende peor, ella cada día pronuncia mejor las palabras.
Mientras él cada día se entera menos de lo que pasa y mira a un punto fijo, ella cada día observa más lo que tiene a su alrededor y mira a todas partes.
Mientras él cada día necesita más y más ayuda para comer y tragar, ella aprende a comer y picotea con la mano lo que le gusta.
A veces pienso que no es lejano el día en que lleguen a equilibrarse, hablen igual los dos, vean la televisión el uno junto a la otra y registren exactamente la misma información y reconozcan rostros con la misma precisión. Es como dos grifos por los que no puede correr el agua a la vez. Uno se tiene que ir cerrando mientras otro se va abriendo, y hay un momento en el que los dos tienen la misma agua. Aunque a decir verdad odio las comparaciones; y ojalá que ella crezca despacio y que él empeore aún más despacio.
Me estoy acordando de la frase de la peli de Sin City: "El viejo muere, la niña vive. Me parece justo".
Pero a mí no me parece justo porque él no es viejo.

24 mar 2012

la anatomía tarantinesca que impide los besos



Hoy he descubierto una triste pero bella verdad.
Viendo esta película (Four Rooms) he pensado ¿cómo sería un beso con Tarantino? y de repente mi cerebro ha sufrido un bloqueo, se ha sentido impotente como cuando estás tumbada en la cama y apenas te quedan 2 milímetros para tocar el interruptor y apagar la luz y poder dormir de una puta vez. He pensado: "¡incapaz soy! ¡Tarantino, no podría acceder a tu boca!". Porque si intentas besarle, tarde o temprano te chocarás con la nariz y la barbilla y por mucho que acerques la cara hacia su boca no la rozarás ni un poquito.


Quentin Tarantino está hecho para no poderle besar.
Es así, él ya lo tiene asumido y se las ha sabido apañar muy bien con otro tipo de muestras de cariño. Sencillamente, la forma de su cara es tal que impide el acceso a la boca, porque su pequeña y retorcida boca se esconde entre la barbilla, tan redonda y echada hacia adelante, y la nariz, agresiva y con las fosas muy marcadas (que me recuerda mucho a la de Orin Scrivello, el sádico dentista). Intentar besarle es entrar en eterno debate con estos dos obstáculos, enemigos invencibles.
En la película de Death Proof, encarnando a Warren, se da unos picos al saludarse con las amigas de Jungle Julia, pero no os fiéis: es un fácil truco cinematográfico. Las mujeres están de espaldas y no se ve si realmente llegan a su destino.

Más: en los Emmys, Tarantino parece que logra ser besado (por Marg Helgenberger), pero es un beso incompleto también, se besan de refilón. Y en una foto se consiguen dar un beso, pero la cara de fuerza de Tarantino al clavarle sus prominencias faciales a la otra no se puede disimular.

Pobre Tarantino. Una vida sin besitos. Normal que se decantase por los pies.


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡VAYA DESATINO QUENTIN TARANTINO!!!!!!!!!!!

9 ene 2012

Mirna



Déjame que te explique una cosa, Mirna.
Eres una estrella. Y eres linda. Por eso hay tantos hombres que vienen a verte a tus actuaciones. Pero no eres lista y tampoco muy culta. Has tenido suerte de toparte conmigo. Fuera de aquí estás perdida. 
Verás, hay otras chicas preciosas también y con talento que harían lo que fuera por ocupar tu puesto.
Podría despacharte en cualquier momento, dejarte tirada en la calle.  Pero no voy a hacerlo, porque esas chicas no tienen tu encanto especial que tanto me gusta, ¿sabes a lo que me refiero? hay algo en tí que marca la diferencia. No es algo concreto; es un conjunto de gestos que sólo haces tú, 
como pellizcarte el labio así, o la manera en que mueves la mano cuando fumas. Tus parpadeos, cómo rompes la voz cuando hay que romperla. Por eso te tengo aquí cerquita y las otras no importan.
Tu música es... apasionada, sensual y estimula a quien la escucha, eso lo sabes, sabes que tu música es una provocación. Yo mismo me excito cuando... bueno, yo contigo me excito siempre, pero sobre todo cuando cantas.
Mirna...
¿Sabes que llenas tú solita todos los asientos? Los hombres te desean. Quieren cumplir sus fantasías. Desean vivir contigo una de esas historias que cuentas. Se nota que estás enamorada, no sé si de alguien en concreto o de los hombres en general. Pero tu amor entra suave, se cuela entre las sombras de este local y llega a todo el mundo como una caricia que invita a más. Los dejas sumidos en un trance. Y por eso te pido que después del show, ayudes a alguno de esos hombres a cumplir sus deseos, a llegar a la cima de su éxtasis... ¿me entiendes? 
Sé que tú eres capaz de hacerles felices.
El señor Afilado, uno de nuestros clientes más importantes, no se pierde una actuación tuya. Se sienta en primera fila y espera que algún día sepas agradecer su admiración de la forma adecuada. El show de mañana podría marcar la diferencia y el señor  Afilado estaría muy satisfecho.
No quiero presionarte, pero entiende que el cliente es lo primero, y tú tienes una labor muy bonita que es alegrarles sus existencias, además de con tu canto, con tu compañía. Quizás si te arremangas un poco el vuelo del vestido en el backstage... que vean bien esas largas piernas. Serás una diosa. Ninguna chica te quitará el puesto, seguirás siendo mi favorita. 
Piénsalo bien, ¿vale?

Rocha el enano había conseguido intimidar a Mirna y sin darse cuenta ésta se hallaba apoyada en la pared, agarrándose al friso de madera. Rocha tenía los ojos verdes y las cejas muy espesas. Una mirada intensa y oscura, que transmitía cosas malas: falsedad, egoísmo, antipatía, envidia... Por mucho que pretendiese exteriorizar cercanía y cariño, Rocha era un monstruo. Mirna no pudo seguir mirándole; le producía demasiada repulsión aquel contacto. Apartó la vista hacia un lado y él, triunfante, lo aceptó como un "sí" y vio el momento de irse. Le acarició fugazmente la mejilla y salió de la habitación a saltitos de retorcida alegría. Mirna observó al diminuto ser esfumarse y acto seguido se sentó en la cama.  
Sobre la cama había un cuaderno de apuntes y una botella de whisky. Mirna abrió el cuaderno, cogió la botella, se sacó un cigarro del paquete que tenía guardado en la media, abrió la ventana, que estaba a la izquierda de la cama y cuyas vistas daban a un espeso mar, y se sumergió en sus pensamientos. 
El whisky era barato y le produjo mucho ardor, pero su garganta se fue acostumbrando, como cada vez. Pensó que si hacía lo que Rocha le había pedido, la calidad de su whisky mejoraría. 

En el cuaderno había letras de canciones y dibujos. También había pegados pequeños recortes de esto y aquello: etiquetas de bebidas, pétalos de rosa de sus admiradores, fotos de vestidos que le gustaban, panfletos publicitarios de shows de amigas suyas... Mirna fue pasando las hojas con nostalgia, hasta llegar a 3/4 del final del cuaderno, su lugar favorito para esconder su tesoro.  

Allí estaba, un poco prensada pero igualmente reluciente y significativa: una pluma azul plateado.
Mirna la acarició con las yemas de los dedos y se imaginó en brazos del hombre que volaba, huyendo de su miseria para no volver jamás. 

Tantas veces se había mordido la lengua para que Rocha la dejara en paz... tantas veces se había hecho la ignorante mientras soportaba su siseo de charlatán. 
Cerdo, machista, débil.
Rocha, la rémora de adinerados, el explotador de chicas. 
Pero la paciencia la caracterizaba y, aunque siempre se le ocurría una respuesta con que aplastar a su jefe, nunca la decía para no quedarse sin trabajo.
No quería hacer feliz a ninguno de aquellos hombres. No quería subirse la falda. Tan sólo cantar. Antes cantaba con una ingenua filantropía que con el paso del tiempo se había marchitado completamente. El azote del mundo real había corrompido su canto de sirena y desde entonces, su voz se había convertido en una llamada de socorro, de profunda desesperación, como un hilo de esperanza que la mantenía peligrosamente atada al raciocinio. 
Mirna deseaba todas las noches que por la puerta del local apareciese el hombre que volaba, con su capa de plumas, tan etéreo como la noche en que le conoció. 
Que interrumpiese su actuación, que todos se girasen para mirar su rostro tallado en marfil, que se acercase al escenario con paso valiente y extendiese los brazos para que Mirna se dejase caer en ellos, y que en un beso los rizos rojos de ella se entrelazasen con la melena azul de él, que todos quedasen atónitos por la perfección de aquel acto, y que Rocha empequeñeciera hasta quedar invisible de rabia por ver cómo Mirna era feliz.

¿Por qué tardaba tanto en volver? 

El reloj de pared daba las cuatro de la mañana, y entre cenizas, recortes de papeles, whisky malo y el sonido de las olas chocando contra los muros oxidados de la Ciudad Engranaje, Mirna se durmió. 
Siempre dejaba la ventana abierta para que los pájaros la despertasen por la mañana. 

19 dic 2011

solamente


Es no amar del todo,
es sólo amar la parte solitaria
ameno.

Es ameno, sí.
Me entretengo escrutando horizontes,

mirando la luna de medio lado para observar a la vez
a los hombres y comparar.
Es ameno oler ropas vacías

(y empalagarse),
romper copas vacías,
vaciar copas,

y vaciarse, rota.
Pintarse los ojos para observar detrás
de unos arbustos,

perseguir vidas durante la vida,

tantear personalidades, sospechar reacciones,
pensarles más que nadie.
Es ameno dibujar caras bellas gesticulando en un cuaderno,
o simplemente caras conocidas,
cantar lo que cantaría uno después de hacer el amor,
embelesarse con la existencia ordinaria ajena.
Es no amar del todo,
es amar a medias.
Pero la mitad solitaria.

A veces veo sólo un medio de ti,
solamente veo lo que puedo ver desde aquí.
sola
mente

16 oct 2011

los ojos de las 19:35

Tenía los ojos jodidamente verdes. 
Lo encontré en la cola del bus de las 19:35 intentando acostumbrarse a Moncloa, como yo. Primero nos miramos de reojo. Después, a través de la gente. Nunca nos llegamos a dirigir la palabra pero me esforcé por conocerle, midiendo el espesor de su barba, los rotos de su chaqueta, las heridas de sus manos. Era lo mejor del día, coger el autobús de las 19:35 para poder descifrar su vida. 
Imaginé que venía de fotografiar Madrid desde altas azoteas, que se llamaba Jean-Pierre, que era fumador y mudo, y sólo hablaba con los ojos. Imaginé que malvivía como artista en un piso caótico, con libros por el suelo y una gata vieja dormitando en un cojín mugriento. Mis tanteos nunca fueron comprobados porque Jean-Pierre no me hablaba, aunque me miraba tanto que a veces hasta se giraba en el asiento para clavar sus ojos verdes en los míos durante largos minutos en el autobús. Creo que él también se entretenía intentando averiguar mi carácter. Decirnos la verdad sería el fin de nuestro juego.             
El canalla de Jean-Pierre, embellecedor de mi rutina, un día desapareció. Seguro que es porque encontró un buen trabajo en París y sus fotografías de azoteas ahora se venden tan bien que le ha podido comprar a su gata una camita mullida. 
Pero Moncloa sigue jugando conmigo. Los ojos de Jean-Pierre no se han ido. 
Esos ojos jodidamente verdes... incapaces de ser olvidados, pero esta vez un nuevo hombre posee sus cuencas. Infiltrado en la masa, en constante mutismo, observando, espera de mí que reinvente su vida. 
Los ojos de las 19:35 ahora pertenecen a Billy, quien sale a correr con su perro por las mañanas. Se tatuó el brazo en el servicio militar, su grupo favorito es Disturbed...

20 ene 2011

Serge Gainsbourg




Estreno blog hablando sobre lo que asedia mi cabeza esta semana. Me ha dado fuerte y revoluciona mis ideas el francés Serge Gainsbourg, nacido en 1928. Músico, cantante, compositor, actor y director de cine. Quería ser pintor, pero se ganaba la vida como pianista de cabaret. Tiene una vida de excesos y éxitos, pero también de turbulencias personales, muriendo en 1991 tras su quinta crisis cardiaca.


Le conozco porque mi padre me invitó a ver una película biográfica estrenada en 2009: Serge Gainsbourg, vie héroïque. Bastante original, con muchos elementos surrealistas. El conflicto interior del personaje se refleja en la película mediante una especie de marioneta caricaturesca de sí mismo, que es su alter ego y aparece espontáneamente en momentos en los que tiene que decidir entre su naturaleza era ambiciosa y seductora o el raciocinio. Un recurso muy peligroso para momentos de crisis artística.
El actor clava el papel y el hilo de la película pasa por la infancia, primeros contactos con la música y el amor, y por la política y posterior decadencia del personaje. Acabó siendo un borracho muy turbado.
La película la recomiendo. He aquí el trailer para los interesados:


Era un hombre que supo vender muy bien sus defectos. Es uno de los ejemplos de que siendo carismático y listo puedes llegar igual de lejos que si desbordas talento.
Mujeriego y provocativo, eterno fumador, su cierta insolencia triunfó entre lo más "in" de París.
Aunque nunca fue guapo -enormes orejas y nariz grotesca-, seducía con la actitud. Y cómo seducía. Tuvo una larga lista de amantes. La de la fotografía es la británica Jane Birkin: fue su mujer durante muchos años y madre de su hija Charlotte Gainsbourg.
 También estuvo liado con Brigitte Bardot (qué pena lo que se ha estropeado esta mujer, tanto física como moralmente), Juliette Gréco, Isabelle Adjani, Vanessa Paradis... lindezas que quedaban atrapadas entre los aros de humo de Gainsbourg.


La deslenguada para su época canción de Je t'aime... Moi non plus (1968), convierte en éxito mundial los jadeos de Jane Birkin haciendo el amor con Serge. En principio iban a ser los gemidos de Brigitte Bardot, pero esta mujer estaba casada y su marido dijo que por encima de su cadáver.
En sus días fue censurada en muchos países, entre ellos España; sin embargo alcanzó el top en las listas británicas: el éxito, una vez más, es la polémica que genera, en este caso la letra. Ella le dice a él "te quiero", y él la responde "yo tampoco". Este impacto que nos causa es su manera de explicar el amor que creemos sentir hacia la otra persona en un momento sexual, lleno de emoción y sensaciones que pueden confundirse con otras más comprometedoras. Dice también "yo voy y vengo, entre tus riñones". Y es esa la traducción que se le ha de dar, RIÑONES, porque quiere sembrar el morbo de la duda en nosotros; no hay que buscar otro significado.
Os dejo la canción por si queréis envolveros un rato en esa fantasía naïve y embriagadora.


La música de Serge es muy diversa. Va desde el chanson francés, el jazz en sus variantes, hasta el reggae (llegando a hacer una versión reggae en su canción Aux Armes del himno de Francia, buscándose un problema), un rock que se sumerge en el humor negro (tiene un álbum, Rock Around the Bunker, cuyo tema principal son los nazis)... en resumen, te puedes encontrar con cosas muy distintas dependiendo de qué buscas, pero siempre o underground o polémica.

Un disco: Confidentiel, 1963. Plena época ye-ye. Gainsbourg tiene 32 años. Impregnado de un jazz archi-moderno, el mejor según los expertos, pero que 
no le dio dinero. Vendió sólo 1500 copias, y cuando salió del estudio, dijo "voy a lanzarme al mercado comercial y comprarme un Rolls". 
Es, uno de los discos más íntimos y conmovedores del artista.
Hay dos clásicos como el Chez les Ye-ye y Elaeudanla Teiteia, acompañados de maravillas grabadas con un solo de guitarra y un bajo. Sait-n jamais où va une femme quand elle vous quitte es bastante melancólica y bella. En Le Walkie-talkie nos cuenta la historia de un hombre engañado por su mujer.

El album de Serge Gainsbourg más reconocido quizás es Histoire de Melody Nelson, álbum conceptual inspirado en la conocida novela Lolita de Vladimir Nabokov. Era partidario de las relaciones entre personas con grandes diferencias de edad. 

Como opinión personal, te diré que me he vuelto a enganchar a ese París idealizado. Callejuelas lluviosas donde se viven fugaces historias de amor, jazzeros que se reúnen clandestinamente en un pequeño café, cigarrillos por doquier, pintores sumidos en una agria decadencia, y por supuesto, mujercitas con vestidos cortos o femme fatale con vestidos largos. Frenesí sexual, el ser bohemio y belleza diáfana que encuentra el equilibrio perfecto con la tragedia que siempre arrastra una vida interesante.


También, una nueva oportunidad para retomar ese idioma francés, maltratado por el olvido.

À bientôt!